Monday, January 16, 2006

Asignaturas pendientes

20 minutos/17.01.2006
En el arranque del año, expertos y analistas han lanzado toques de atención al Gobierno, sindicatos y empresarios para que hagan frente a las asignaturas pendientes de la economía española de una vez por todas. Alertan de que éstas pueden hacer que suspendamos todo el curso pese a que se están consiguiendo buenas notas en otras materias.

Es decir, sacamos un excelente en crecimiento económico (muy por encima de la media europea) y en empleo (con cifras históricamente bajas de paro), un notable en saneamiento de las administraciones públicas (que cerrarán con superávit en 2005), y un suficiente pelado en el consumo, que se modera; y en los precios de la vivienda, que seguirán creciendo pero no tanto.
Se trata de buenos datos coyunturales (es decir, hoy son así y otro día pueden ser asá), que peligran si no conseguimos corregir los desequilibrios estructurales, los que dependen de una evolución a más largo plazo. Ayer mismo volvieron sobre el asunto el propio Ministerio de Economía, el Banco de España y el comisario europeo de Asuntos Económicos.

Suspendemos en inflación  porque los precios crecen aquí mucho más que los de nuestros socios europeos. Lo que hace más pobres a las familias y resta competitividad a nuestras empresas. Además, tenemos un muy deficiente en innovación y tecnología, donde estamos a la cola de Europa. Dos lastres que sumados nos proporcionan otro suspenso rotundo en la balanza comercial: el descenso de las exportaciones y el alza de las importaciones han aumentado un 62% el déficit de la balanza de pagos (que recoge los ingresos recibidos del exterior y el gasto hecho en el resto del mundo). La coincidencia en el diagnóstico es casi total, pero no en qué clases de repaso ponemos en marcha para ver si conseguimos aprobar.Y ahí es donde hace falta que nos pongamos de acuerdo ya.

¿Qué IRPF tendremos?

20 minutos/10.01.2006
Se espera que hoy Zapatero desvele detalles de la anunciada reforma del impuesto de la rentaComo en las mejores películas de Hitchcock, el Gobierno parece resuelto a seguir desvelando los vericuetos del nuevo impuesto de la renta poquito a poco. Se nos anuncia que hoy el mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero aprovechará su intervención en un foro económico para detallar algunos de los cambios que encontraremos al hacer nuestra declaración del IRPF en 2008, un año en que casualmente (o no) tocan elecciones generales. Al parecer forma parte de la ofensiva gubernamental para diluir el peso de la polémica sobre el Estatut catalán en el nuevo curso político.

Pero no está la reforma fiscal como para sacar pecho, especialmente si recordamos que se decidió retrasarla para aplacar las hostilidades que su elaboración desató entre diferentes ministerios.

El impuesto de la renta es una de las tres patas sobre las que se sustenta el 80% de los ingresos tributarios del Estado. Tres de cada diez euros que recauda proceden del IRPF, otros tres del IVA y dos del Impuesto de Sociedades. Por tanto, cualquier cambio puede afectar sustancialmente a las cuentas públicas. Y además es uno de los puntales del sistema de financiación autonómica.

Quizá hoy podamos comprobar si se respetan o no los principales ejes de esa reforma anunciados en su día a bombo y platillo: disminuir la carga fiscal sobre las rentas de los trabajadores, reducir los tramos y el tipo máximo (ahora en el 45%) y revisar las deducciones para que sea un impuesto más justo. Lo que sí podemos exigir desde ya a nuestros políticos es que hagan el favor de ponerse de acuerdo en cuestiones básicas y, si no es mucho pedir, que ese nuevo IRPF tenga algún futuro más allá de la próxima mudanza en La Moncloa. Que ya está bien de tanto cambio.

Monday, January 09, 2006

2006, el año del frenazo

20 minutos/03.01.2006
Cada vez son más los síntomas que demuestran un parón del consumo, que andaba disparado.El año que acabamos de dejar en la cuneta ha ido sobre ruedas. Sobre las ruedas de los campeones del motor que tantas alegrías nos dieron, con Alonso y Pedrosa a la cabeza, y sobre las del millón y medio largo de coches –1.528.849, concretamente– que se vendieron en 2005. Se trata del segundo récord anual de matriculaciones de turismos tras los 1.517.286 de 2004. Pero no parece que este flamante 2006 pinte demasiado bien para el sector. Los males de la industria, con los fabricantes de vehículos y componentes ajustando plantillas en los cinco continentes, se dejarán notar también en las ventas. Los propios empresarios son conscientes de ello y se conformarían, dicen, con que la caída fuera de entre el 2% y el 3%. Pese a los récords, los últimos tres meses ya han detectado que las ventas han empezado a dar marcha atrás. Lo mismo sucede en los principales países europeos, y no se espera que esa tendencia cambie.

La pérdida de gas del mercado automovilístico no será un hecho aislado en el nuevo año. Los precios de la vivienda, una de las principales partidas del gasto familiar, seguirán subiendo, pero más lentamente.

Aunque a los niveles en que están continuarán siendo igual de prohibitivos. Y qué decir del petróleo: tras los máximos históricos de 2005, seguirá disparado en 2006. Con tanto coche vendido, la demanda de carburantes está más que asegurada. Estos y otros pronósticos permiten augurar un frenazo del consumo en los próximos meses. Los tipos de interés, que seguirán subiendo, serán los principales culpables.

Con el dinero más caro, se acabará la alegría que nos ha llevado a batir los récords de endeudamiento que tan seriamente amenazan la salud de nuestra economía. Ahora veremos si esa buena marcha que nos llevaba a crecer más que nuestros vecinos era real o era fruto de esa euforia desmedida. O sea, que no hay mal que por bien no venga.